Convivir

En un barrio, cada calle, cada esquina, cada hogar es parte de un tejido vital que merece respeto y cuidado. Todos compartimos el derecho fundamental a vivir en un entorno saludable, donde el bienestar y la tranquilidad sean norma. Sin embargo, nos enfrentamos a desafíos que amenazan esta convivencia pacífica.

El exceso de ruido nocturno, las fiestas descontroladas y el vandalismo que transforma nuestras calles en urinarios y retretes son problemas que no podemos ignorar. Esto es así, especialmente en fiestas populares y que atraen a muchos forasteros, como son las Fallas. Es injusto que los vecinos se vean privados de su descanso y que el entorno se vea degradado por la falta de consideración de unos pocos.

Es imperativo que seamos conscientes de nuestros derechos como ciudadanos y contribuyentes. Si los servicios de limpieza del ayuntamiento no cumplen con su deber, debemos alzar la voz y reclamar lo que nos corresponde. La co-responsabilidad de mantener el barrio limpio y seguro recae en todos nosotros, y juntos podemos hacer valer nuestros derechos sin distinción de ideologías políticas.

Es hora de unirnos en la defensa de nuestro entorno, de trabajar juntos para construir un barrio en el que la convivencia y el respeto sean pilares fundamentales. Hagamos de nuestro vecindario un lugar donde todos podamos vivir dignamente y en armonía, sin importar nuestras diferencias.